Jeremías y los falsos profetas
11. Esto dice el
Señor de los ejércitos: no queráis oír las palabras de los profetas que os
profetizan y os engañan: "hablan visión de su corazón", no de la boca
del Señor: - Dicen a aquellos que me blasfeman: El Señor dijo: paz tendréis; y
a todo el que anda en la perversidad de su corazón, dijeron: No os vendrá mal.
- ¿Mas quién asistió al consejo del Señor, que vió y oyó lo que dijo? "Yo
no enviaba estos profetas, y ellos corrían; no les hablaba y ellos
profetizaban". - He oído lo que dijeron los profetas que en mi nombre profetizan mentira y dicen: He
soñado, he soñado. - ¿Hasta cuándo será esto en el corazón de los profetas, que
vaticinan mentira, y que profetizan engaños de su corazón? - Pues si te
preguntare este pueblo, o un profeta, o un sacerdote diciendo: ¿Cuál es la
carga del Señor? Les dirás: Vosotros sois la carga y yo os arrojaré, dice el Señor.
(Jeremías, capítulo XXIII, v. 16, 17, 18, 21, 25, 26 y 33).
Voy a hablaros
sobre este pasaje del profeta Jeremías, amigos míos. Dios, hablando por su
boca, dijo: "Hablan visión de su corazón". Estas palabras indican claramente
que ya en aquella época los charlatanes y los exaltados abusaban del don de profecía
y lo explotaban. Abusaban, por consiguiente, de la fe sencilla y casi ciega del
pueblo, "profetizando por el dinero" las cosas buenas y agradables.
Esta especie de engaño era bastante general entre la nación Judía y es fácil
comprender que el pobre pueblo, en su ignorancia, estaba en la imposibilidad de
distinguir los buenos de los malos, y era siempre más o menos
engañado por los que se daban el nombre de profetas, que sólo eran impostores o
fanáticos. ¿Hay nada más significativo que estas palabras: "Yo no enviaba
estos profetas y ellos profetizaban"? Más adelante dijo: "He oído lo
que dijeron los profetas, que en mi nombre profetizan mentira y dicen: He
soñado, He soñado"; indica de este modo uno de los medios empleados para
explotar la confianza que se tenía en ellos. La multitud, siempre crédula, no
pensaba averiguar la veracidad de sus sueños o de sus visiones; encontraba esto
muy natural e invitaba siempre a estos profetas a que hablasen.
Después de las
palabras del profeta, escuchad los sabios consejos del apóstol San Juan, cuando
dijo: "No creáis a todo espíritu, mas probad si los espíritus son de
Dios"; porque entre los invisibles los hay también que se complacen en
embaucar cuando tienen ocasión de hacerlo, si bien los más burlados son los
médiums cuando no toman bastantes precauciones. Este es, sin duda, uno de los
grandes escollos contra los cuales se estrellan algunos, sobre todo cuando son
novicios en el Espiritismo. Para ellos es uma prueba de la que no pueden
triunfar sino con grande prudencia. Aprended, pues, a distinguir los malos de
los buenos espíritus, para que vosotros mismos no vengáis a ser falsos
profetas. (Luoz, espíritu protector. Carlsruhe,
1861).
EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO – Allan Kardec.
JEREMIAH AND THE FALSE PROPHETS
11. Thus said the Lord of Hosts, Harken not unto the
words of the prophets that prophesy unto you; they make you vain: they speak a
vision of their own heart, and not out of the mouth of the Lord. They say still
unto them that despise me, The Lord hath said, Ye shall have peace; and they
say unto every one that walketh after the imagination of his own heart, No evil
shall come upon you. For who hath stood in the counsel of the Lord, and hath perceived
and heard His Word? Who hath marked His Word, and heard it? I have not sent these
prophets, yet they ran: I have not spoken to them, yet they prophesied. I have
heard what the prophets said, that prophesy lies in My name, saying, I have
dreamed, I have dreamed. How long shall this be in the heart of the prophets
that prophesy lies? Yes, they are prophets of the deceit of their own heart And
when this people, or the prophet, or a priest, shall ask thee, saying, What is
the burden of the Lord? Thou shalt then say unto them, what burden? I will even
forsake you, saith the Lord (Jeremiah, 23:16-18, 21, 25, 26 & 33).
My friends, I wish to talk to you about this passage
from the prophet Jeremiah. Speaking through his mouth, God said: "It is
the vision of their own hearts which makes them speak in this manner."
These words clearly indicate that already in those times the charlatans and the
impassioned abused the gift of prophesy and exploited it. They consequently
abused the simple and almost blind faith of the people by predicting, for
money, both good and agreeable things. This kind of fraud was very widespread
within the Jewish nation, and so it is easy to understand that the poor people,
in their ignorance, had no possible means of distinguishing the good from the
bad, as they were always more or less duped by the pseudo-prophets, who were
nothing more than imposters and fanatics. There is nothing more significant
than these words: "I did not send these prophets yet they run, I have not
spoken to them yet they prophesy." Further on it says: "I heard these
prophets who prophesy lies in My Name, saying, I have dreamed, I have
dreamed." This is one of the ways they used to explain the confidences
they were supposedly given. The masses, being credulous, did not think to dispute
the truth of these dreams and visions. They thought it quite natural and
frequently invited these 'prophets' to speak.
After the words of the prophet, listen to the wise
counsel of the Apostle John, when he said: "Do not believe in all the
Spirits. First test them to see if they come from God." This is because among
those who are invisible there are also those who take pleasure in deluding, if
they have the chance. The deluded ones are, as we can see, the mediums who do
not take the necessary precautions. Beyond all doubt, it is unquestionably one
of the greatest stumbling blocks against which many come to grief, especially
when they are new to Spiritism. For them it is a test from which they will be
able to extricate themselves only by using much prudence. Therefore, before anything
else, learn to distinguish the good from the bad Spirits so that you, in your
turn, may not become a false prophet. - LUOZ, a Protecting Spirit (Carlsruhe,
1861).
THE GOSPEL ACCORDING TO SPIRITISM – Allan Kardec.
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