105. Os
diferentes mundos que circulam no espaço terão habitantes como a Terra?
Todos os
Espíritos o afirmam e a razão diz que assim deve ser. A Terra não ocupa no
universo nenhuma posição especial, nem por sua colocação, nem pelo seu volume,
e nada justificaria o privilégio exclusivo de ser habitada. Além disso, Deus
não teria criado milhares de globos, com o fim único de recrear-nos a vista,
tanto mais que o maior número deles se acha fora de nosso alcance. (Ver O livro
dos espíritos, questão 55.Revista espírita, março de 1858, Pluralidade dos
mundos, por Flammarion.)[1]
106. Se os
mundos são povoados, serão seus habitantes, em tudo, semelhantes aos da Terra?
Em uma palavra, poderiam eles viver entre nós, e nós entre eles?
A forma geral
poderia ser, mais ou menos, a mesma, mas o organismo deve ser adaptado ao meio
em que eles têm de viver, como os peixes são feitos para viver na água e as
aves no ar.
Se o meio for
diverso, como tudo leva a crê-lo e como parece demonstrá-lo as observações
astronômicas, a organização deve ser diferente; não é, pois, provável que, em
seu estado normal, eles possam mudar de mundo com os mesmos corpos. Isto é
confirmado por todos os Espíritos.
107. Admitindo
que esses mundos sejam povoados, estarão na mesma colocação que o nosso, sob o
ponto de vista intelectual e moral?
Segundo o ensino
dos Espíritos, os mundos se acham em graus de adiantamento muito diferentes;
alguns estão no mesmo ponto que o nosso; outros são mais atrasados, sendo sua
humanidade mais bruta, mais material e mais propensa ao mal. Pelo contrário,
outros são muito mais adiantados moral, intelectual e fisicamente; neles, o mal
moral é desconhecido, as Artes e as Ciências já atingiram um grau de perfeição
que foge à nossa apreciação; a organização física, menos material, não está
sujeita aos sofrimentos, moléstias e enfermidades; aí os homens vivem em paz,
sem buscar o prejuízo uns dos outros, isentos dos desgostos, cuidados, aflições
e necessidades que os apoquentam na Terra. Há, finalmente, outros ainda mais
adiantados, onde o invólucro corporal, quase fluídico, se aproxima cada vez
mais da natureza dos anjos.
Na série
progressiva dos mundos, o nosso nem ocupa o primeiro nem o último lugar, mas é
um dos mais materializados e atrasados. (Revista espírita, 1858; Idem, 1860. O
evangelho segundo o espiritismo, cap. III.)
O que é o Espiritismo
– Allan Kardec.
Pluralidad de
mundos
105. Los
diferentes mundos que circulan en el espacio, ¿están poblados de habitantes
como la Tierra?
Todos los
Espíritus lo afirman, y la razón dice que debe de ser así. No ocupando la
Tierra en el universo ningún rango especial por su posición, ni por su volumen,
nada podría justificar el privilegio exclusivo de estar habitada. Por otra
parte, Dios no puede haber creado esos millares de globos para placer
únicamente de nuestros ojos, tanto menos cuanto que su mayor número escapa a
nuestra vista: (El Libro de los Espíritus, núm. 55. ─ Pluralidad de los mundos,
por Flammarion).
106. Si los
mundos están poblados, ¿pueden estarlo por habitantes semejantes, en general, a
los de la Tierra? En una palabra, ¿podrían esos habitantes vivir entre nosotros
y nosotros entre ellos?
La forma general
podría ser poco más o menos la misma; pero el organismo ha de ser adaptado al
medio en que deben vivir, como los peces son hechos para vivir en el agua y las
aves en el aire. Si el medio es diferente, como todo induce a creerlo, y como parecen
demostrarlo las observaciones astronómicas, la organización debe de ser
diferente y no es, pues, probable que, en su estado normal, puedan vivir con el
mismo cuerpo los unos en los mundos donde viven los otros. Esto lo confirman
todos los Espíritus.
107. Admitiendo
que esos mundos se encuentren habitados, ¿están, desde los puntos de vista
intelectual y moral, en el mismo nivel que la Tierra?
Según la
enseñanza de los Espíritus, los mundos se hallan en grados de evolución muy
diferentes unos de otros. Algunos están en el mismo estado que la Tierra.
Otros, estando más atrasados, sus habitantes están allí todavía más
embrutecidos, más materializados y más proclives al mal. En cambio, hay también
mundos más evolucionados moral, intelectual y físicamente, dónde el mal es
desconocido y las artes y las ciencias han sido llevadas a un grado tal de
perfeccionamiento que no podemos concebir, y dónde el organismo, menos
material, no está sujeto ni a los padecimientos ni a las enfermedades y
achaques que nosotros sufrimos. Sus moradores viven allí en paz, sin tratar de
perjudicarse recíprocamente, exentos de los pesares y preocupaciones, de las
aflicciones y necesidades que asedian a los habitantes de la Tierra. Por
último, hay mundos aún más adelantados, dónde la envoltura corporal, casi
fluídica, se acerca cada vez más a la naturaleza de los ángeles. En la serie
progresiva de los mundos, la Tierra no está ni en el primero ni en el último
puesto, sino que es uno de los más materializados y de los más atrasados. (Revue
Spirite, marzo y agosto de 1858. ─ Ibídem, octubre de 1860. ─ El Evangelio
según el Espiritismo, Capítulo III: “En la casa de mi Padre muchas moradas hay”
QUÉ ES EL
ESPIRITISMO – Allan Kardec.
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